La mejor prueba de que este sistema funciona bien son los 250.000 intercambios anuales que se efectúan, por ejemplo, en intercambiocasas, una web con 20 años de experiencia que cuenta con más de 41.000 viviendas en 147 países diferentes.
Si os interesa esta nueva modalidad de viajar más barato al menos con el alojamiento. Basta con registrarse y pagar una inscripción. A partir de ahí́, se crea un perfil con fotos de la casa y se añade una descripción: características, lo que ofrece la zona y unas normas de uso.
Este sistema se basa en la confianza mutua y si se desconfía de aquellos que no cumplan las normas son excluidos de la red de intercambio, por aquello de que puedan ser un timo, por lo tanto es una buena garantía.
Por otro lado, no siempre tiene que existir una equivalencia entre la vivienda y la que vas a ocupar. Depende un poco de lo que se busque en el destino. Las personas que hacen intercambios lo que desean es algo totalmente distinto a lo que tienen a diario y sobre todo cambiar de aires, por lo tanto tampoco es un problema.
Muchos, incluso, deciden intercambiar varias veces su casa con la misma persona. Se crean unos vínculos basado en la confianza y las veces que se repite incluso el mismo intercambio.
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