En invierno, nos arruinamos con la calefacción; en verano, no sabemos vivir sin aire acondicionado… Y todo esto, sin contar lo que nos podríamos ahorrar si nuestros electrodomésticos estuvieran en buenas condiciones, o si apagáramos las luces cuando no las estuviéramos empleando. A continuación te propongo que tengas en cuenta estos consejos, y verás el ahorro que supondrán a la larga en tu presupuesto.
- Si tu sistema de calefacción y/o climatización no tiene termostato programable, ¿a qué esperas para ponerlo? Mantener la casa a una temperatura estable de 19º es mucho más económico y saludable que asfixiarse de calor o morirse de frío. Y mucho mejor para el planeta.
- Refuerza el aislamiento de tu vivienda y sella las ventanas y puertas con plintos y burletes.
- Utiliza siempre bombillas de bajo consumo (dentro de nada, ya no nos quedará más remedio…); en zonas de paso, coloca bombillas o lámparas con sensor, que se encienden con la presencia de la gente y se apagan transcurridos unos minutos.
- La nevera es el electrodoméstico que más consume, y más aún en verano. Si la tuya tiene más de 10 años, aprovecha el Plan Renove y cómprate una nueva de Clase A.
- Baja el calentador de agua a 37º .
- Si el calentador o la caldera se calientan por el exterior, envuélvelos en una manta aislante para evitar que sigan perdiéndolo.
Foto: Reiner-kraft.