A pesar de tener en mente apagar todas las luces cuando salimos de una estancia porque nos molesta enormemente que queden encendidas con el consiguiente gasto que después nos supone en la factura de la luz. Hay que tener en cuenta que, la luz nos ha subido casi un 70% en los últimos cinco años, y no es ninguna bobada por lo tanto no olvidarlo. Ya que si son ciertas las noticias, a primeros de años puede subir aún más, tanto como un 30%.
Para controlarlo un gesto muy sencillo es simplemente encender la luz cuando sea necesario. Como tenemos el hábito directo de darle a interruptor cada vez que entramos en la habitación, aunque haya suficiente luz, lo mejor es aprovecharla al máximo. Correr las cortinas para aprovechar al máximo la luz natural, las conocidas bombillas de bajo consumo y otra buena idea es pintar las estancias con colores claros, así como colocar espejos de forma estratégica es un modo de no tirar el dinero con el recibo de la luz que por sí, ya está por las nubes.
Ahora que comenzamos con la calefacción y si encima la tienes eléctrica ya puedes mirar por ejemplo, que todas las ventanas estén bien cerradas y no tengan fugas de aire porque evidentemente sería desperdiciar calefacción y como consecuencia más consumo y más factura eléctrica a pagar.
Imagen | Zaprittsky