Si bien las celebraciones navideñas no pasaran desapercibidas, lo que sí se hará es tener un ajustado presupuesto en gastos, si bien se estima que cada familia gaste entre 600-700 euros, una fuerte bajada si tenemos en cuenta lo que se gastaba en años de bonanza, también es verdad que muchas familias no llegarán ni a los 300 euros destinados a estas fiestas.
Con recortes, sin paga extra los funcionarios, y con esta incertidumbre que llevamos arrastrando más de cuatro años, no están los bolsillos como para tirar muchos cohetes y la prudencia a la hora de gastar será la nota predominante en el consumo navideño.
Por un lado están las familias que no pueden gastar mucho y destinan parte de su presupuesto en regalos, mayormente buscando las mejores ofertas, y sin grandes lujos en la mesa, más bien con unas comidas y cenas más tradicionales y austeras, es decir más como las de antes, y nada de salir fuera.
También algo que marcará la tendencia estas navidades es hacer regalos útiles. Ya que la crisis nos ha llevado a tener un consumo más moderado y prudente aunque sin poner freno al gasto. Y es que, en realidad a los españoles nos cuesta vivir una navidad ‘normal’.
Los juguetes que suele ser el gran desembolso en las familias con niños, la realidad es que los padres se resisten a que los niños noten la crisis, y si bien también se ha reducido el gasto, a la hora de comprarlos se compara precios y se mira mucho más en bazares de ocasión y dejarán aparcada la publicidad de las grandes superficies, es el mejor modo de ‘no picar en la tentación’.
Y es que a pesar de la crisis, las navidades es tiempo de regalos, celebraciones y convites, y si tienen que ser más ‘low cost’, eso no significa que por ello no sea navidad.
Imagen | M. Martin Vicente