Una rehabilitación energética en la vivienda tiene como objetivo mejorar el ahorro y la eficiencia en el uso doméstico de la energía que incluye desde transformaciones en la corriente térmica hasta la implementación de energías renovables.
Tampoco las mejoras energéticas sobre las nuevas construcciones son suficientes para reducir el consumo de energía y las emisiones de las edificaciones que gastan un 40% del consumo total de energía y un 36% de las emisiones de dióxido de carbono en la UE. Y es que, según Georgios Tragopoulos, técnico de Eficiencia Energética de WWF España esta cifra debe ser de al menos un 1,5% para «rehabilitar un 50% de las viviendas en el 2050», lo que supondría ahorros en el consumo de hasta un 83%.
Claro que el primer paso para generar proyectos masivos de rehabilitación es la creación de una normativa. Puesto que la normativa actual es para edificaciones nuevas y habría que elaborar otra para rehabilitar las viviendas.
Y es que un gasto energético menor no solo beneficia al planeta, también al bolsillo de los ocupantes de las viviendas que no están adaptadas tampoco para el uso doméstico.
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