La crisis económica y el aumento del desempleo han llevado a que un 6% de los españoles se retrase en los pagos de la hipoteca, del alquiler, de la letra del coche o de los suministros básicos y más de un tercio de las familias no puede afrontar un gasto inesperado, como una avería del coche o incluso una enfermedad grave.
Un buen consejo ante una situación en la cual se tiene más gastos que ingresos y con lo cual no se llega a fin de mes y lo peor de todo, se puede llegar a una situación de morosidad, es ser consciente de la situación y ante todo conocer qué cantidad de dinero entra en el hogar y cuánto sale.
Una vez realizado el ‘examen’ de la economía doméstica, hay que dar prioridad a los gastos esenciales e identificar los gastos superfluos que se puedan eliminar, reducir e incluso aplazar. Es decir dar prioridad a los pagos más importantes como puede ser la hipoteca, alquiler o los créditos que se tengan, ya que los bancos –por desgracia- suelen cobrar comisiones muy elevadas por tener una factura impagada o devuelta. Después vienen los gastos como la luz –imprescindible en el hogar- pero que también podemos reducir su gasto, con lo cual es un gasto variable.
En el caso de tener deudas o facturas impagadas, hay que dar prioridad a las más apremiantes. Y sobre todo otro consejo a tener en cuenta es no intentar pagar deudas con créditos rápidos ya que, tapar una deuda con otra letra sería ‘pan para hoy y hambre para mañana’.
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