El tema económico es uno de los prinipales puntos de desacuerdo entre las parejas. De hecho, el 67% de las parejas recién casadas discuten durante el primer año por el manejo de la economía doméstica.
Por eso es importante ponerse de acuerdo para evitar conflictos. En las parejas, los dos miembros no tienen por qué ser iguales: ahorradores, derrochadores, tacaños… Cada persona es un mundo, y no siempre es fácil compaginar las diferentes personalidades a la hora de vivir en pareja.
Una de las posibles soluciones a este problema es crear una cuenta común y poneros de acuerdo en ingresar cada uno una determinada cantidad, la misma para los dos, para cubrir los gastos comunes de la casa: alquiler o hipoteca, gas, luz, agua, teléfono…
Así, los dos contribuiréis de igual forma a la economía doméstica sin renunciar a vuestra independencia económica. Tener un dinero aparte os permitirá daros algún capricho (individual o para los dos) y mantener un «espacio» que, a la larga, puede ser muy beneficioso.
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Emparejada
Estoy totalmente de acuerdo con lo comentado (de hecho yo llevo de esta manera los gastos con mi pareja) y el tener dos cuentas separadas puede librarte de muchos dolores de cabeza y de unas cuantas discusiones.
El problema que le veo (y al que aún no nos hemos enfrentado) es ver qué pasa cuando uno de los dos gana mucho más que el otro o cuando se pasa de ser dos a ser tres – o cuatro-. Entonces que se hace…los gastos deberían repartirse de forma igual para los dos? Se vive de acorde con el sueldo de la persona que más gana (o con el de la que menos) Es cuanto menos un tema complicado…
Saludos
Saludos
nacho
en ese caso es facil, en vez de poner la mitad cada uno se acuerda un % en proporcion al sueldo 😉