Parece que actualmente, en períodos de crisis, las cosas cambian de forma muy veloz. Tanto que apenas tenemos tiempo a asumir esos cambios. Y precisamente en el mundo del ahorro y las inversiones no se cumple ninguna excepción a la regla. Así, lo que antes era algo seguro, ahora deja de serlo.
Precisamente por esa teoría, muchos de los que tenían algunos ahorros y querían sacarle rentabilidad lo que hacían era invertir en la deuda española. Se suponía que al estar el Estado detrás de ella, la inversión estaba asegurada y la rentabilidad estaba bastante bien comparada con otros productos. Pero en realidad, el planeo del rescate a España asusta a muchos, y eso ha hecho que tengan más miedo y que deje de resultar atractiva.
Yo la verdad es que creo que el ahorrador de a pie, ese que no entiende de productos financieros, está más asustado que nunca, sobre todo por el asunto de las preferentes que tanto dolor de cabeza han dado a muchos. Por eso, lo mejor, es el hecho de que nos acojamos a la mejor oferta, pero sin creer en esas que nos dan una rentabilidad que nadie más nos da en el mercado. Sospechar de ellas es lo más prudente, y probablemente lo más sensato.
Vía: El Mundo
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