Hoy comenzamos una serie de artículos con inversiones sin riesgo, con la deuda pública como primer tema a tratar. Hay muchos pequeños inversores que, con la inestabilidad de los mercados financieros actuales, no saben qué hacer con sus ahorros para que renten (es decir, que no disminuyan, al aplicarle la inflación interanual) y no tengan riesgo.
Existen varios productos financieros sin riesgo que ofrecen una rentabilidad básica. Que nadie intente hacerse rico con ellas, pero tampoco perderás nada. En este grupo entran la deuda pública, los fondos monetarios y los depósitos bancarios. La conveniencia de una de estas modalidades, dependerá de la situación, la disponibilidad del dinero que se necesite…
Hoy, como ya os he adelantado, nos centraremos en la deuda pública, cuya bandera es la seguridad. Es cierto que la rentabilidad no es muy alta, pero teniendo en cuenta que es prácticamente imposible perder lo invertido, habrá quien le compense.
Y la prueba suprema de dicha seguridad es el hecho de que el pago de intereses y su amortización están asegurados por la Constitución española, cuyo emisor es el Gobierno español. Los tipos, dependiendo del plazo de amortización, son los siguientes:
- Letras del Tesoro: De 3 a 18 meses. Ofrecen un 4,29% de interés (última subasta) y son valores emitidos al descuento (su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del vencimiento -la diferencia entre ambas cantidades será el interés- ).
- Bonos del Estado: De 3 y 5 años. Ofrecen un 4,35% y un 4’8% de interés, respectivamente. Si sabes con seguridad que no vas a necesitar el dinero durante este periodo, es interesante.
- Obligaciones del Estado: De 10, 15 y 30 años. Con un interés máximo del 4,9%, no creo que compense a nadie apalancar un dinero por tantos años.
El mínimo de inversión son 1.000 € para todas las modalidades, y, si se quiere invertir más, la cantididad siempre ha de ser múltiplo de este mínimo. Sea cual sea la inversión elegida, el comprador puede vender estos activos en cualquier momento.
No obstante, hay que tener en cuenta que la rentabilidad dependerá del precio de las letras, bonos u obligaciones en el mercado cuando se vendan. ¿Qué deternina dicho valor de mercado? El tipo de interés de mercado: al subir los los tipos de interés, suben también lo hacen las rentabilidades de las nuevas emisiones. Por el contrario, los títulos ya emitidos pierden valor. Por tanto, para no perder dinero, si un inversor necesita vender antes de tiempo, es aconsejable que lo haga cuando los tipos de las nuevas emisiones bajen.
Para evitar una depreciación y una bajada de su precio de mercado, lo más interesante financieramente hablando, es poder recuperar lo invertido cuanto antes, y, al no haber grandes cambios en los intereses, siempre es recomendable la letra del tesoro frente a los bonos o las obligaciones. Además, es el activo de deuda pública más fácil de vender en mercado.
Foto | Archim
Alvaro
Un poco de seriedad, por favor, e información antes de escribir. ¿Cómo que «es prácticamente imposible perder lo invertido»?. Quien dice eso habla a la ligera. En deuda pública, como en cualquier inversión, es posible perder lo invertido, si se compró cara y se vende barata (no olvidemos que LA RENTA PÚBLICA COTIZA Y SU PRECIO CAMBIA DIARIAMENTE).
Saludos
Lucía Ferrer
Álvaro,
Es prácticamente imposible perder lo invertido si esperas el plazo de amortización, ya que te rentará lo que tenías previsto en un principio y ya está…
Evidentemente que cotiza, pero si la idea es venderlo antes y jugar con el mercado, apostaría por cualquier otro producto: acciones, fondos, etc..
Alvaro
A ver Lucía, sin acritud ninguna, y con ánimo constructivo, te voy a poner cuatro ejemplos de cómo puedes perder con la renta fija (ejemplos copiados de la web de rankia, que tiene magníficos artículos al respecto y con algunos comentarios míos) y que desde luego hacen que tu frase «“es prácticamente imposible perder lo invertido” sea inaceptable y pruebe que no te has informado lo suficiente antes de escribir (dicho esto, felicidades por el blog que me parece bastante interesante, pero un poco de investigación no está de más).
Ah, y a partir de ahora hablaré tanto de deuda pública como de renta fija, que son a estos efectos lo mismo.
La primera forma de perder dinero con la deuda pública es con una quiebra del país en cuestión. Las emisiones de deuda son dinero que le prestas al emisor, y si le van mal las cosas y no tiene para devolvértelo, puedes perder todo o parte de lo invertido. Puede parecer algo improbable, pero si tienes unos años puedes recordar los defaults del gobierno Argentino de finales de los años 90, o el más reciente de Islandia.
La segunda forma de perder dinero en renta fija es malvendiendo en mal momento, sea porque se necesita el dinero o porque no se sabe «aguantar» las caídas (te recuerdo que cotizan). En renta fija es muy importante comprar cuando nadie la quiere, como ahora, y vender cuando los tipos bajan y la prima de riesgo baja; y si se va con el pie cambiado, malvendiendo renta fija ahora o malcomprándola (por ejemplo en 2005) con unos tipos en mínimos históricos, nos comeremos unas pérdidas que pueden superar ampliamente a los intereses cobrados. En otras palabras, no nos van a devolver lo que pagamos por ellos.
La tercera forma de perder dinero en renta fija es operando en malas condiciones. En el mercado AIAF, se están comprando a más de 100 (por encima de su nominal) algunas emisiones de renta fija que no valen ni 95. Además, este tipo de mercados (y muchos otros), es ilíquido por lo que puede ocurrir que cuando queramos vender no haya contrapartida y tengamos que malvender. Otro caso claro de malas condiciones son las comisiones que nos cobre nuestro banco por la operación, que puede que en muchos casos no compense el tener el dinero invertido esperando los cupones, sobre todo si comparas la rentabilidad con la inflación.
Y la cuarta forma de perder dinero en renta fija es la muerte dulce, que consiste precisamente en lo que tu comentas en #2, malcomprar renta fija e ir cobrando los (pocos) intereses que paga; pocos, porque si se ha «malcomprado» en un momento en que los tipos estaban bajos, estaremos condenados a tipos bajos durante unos añitos… sufriendo el efecto de la inflación y el lucro cesante, perdiendo poder adquisitivo y dejando pasar buenas oportunidades. Lo de muerte dulce es un nombre extremadamente acertado, porque muchos inversores en esta situación todavía creen que son conservadores y están ganando dinero, aunque poco… no se dan cuenta de que en realidad no «conservan» el valor de su dinero.
Muchas gracias por vuestra atención.
Un saludo
esperanza
¿pero a estas alturas todavía hay alguien que piense que un estado no puede quebrar?.
Ahora muchos van a tener que emitir deuda y la española está muy mal valorada en el exterior (pagamos más intereses que otros y aún así no la quieren), dicho esto ¿habrá españoles que tendrán el valor de comprarla?¿llegará el Banco de España a perder la triple A?.
Todo un peligro para nuestros ahorros…. mientras no tengamos un corralito… vamos bien.
Fernando
Con la deuda pública es dificilísimo que se pierda el dinero por no decir imposible. Los supuestos antes expuestos no hablan de ningún país que sea fiable económicamente.
por otra parte para qué invertir en valores del tesoro cuando tenemos garantizados hasta 100.000e por el banco de españa los depósitos en el resto de bancos. y encima al interés que están dando actualmente son realmente golosos y a plazos mucho más cortos y menos arriesgados que la deuda pública.
Alvaro
Fernando, te contradices. En el primer párrafo dices que es dificilísimo que se pierda el dinero y en el segundo que los depósitos son menos arriesgados que la deuda pública. ¿En qué quedamos?.
Por otra parte, se nota que no te has leído los supuestos en cuestión. Sólo en el primero se hace referencia a países. Los otros tres son perfectamente aplicables a cualquier país serio, incluido España. Y, si sigues insistiendo en que no es posible perder dinero en deuda pública es que no sabes de qué escribes.
Saludos
Fernando
Vaya Álvaro, pues acabo de releer mi comentario y no encuentro la contradicción. Lo único que digo en el primer párrafo es que es dificilísimo que ocurra una hecatombe de tales dimensiones que se vea en peligro el Banco de España. Y en el segundo párrafo no le resto seguridad a la deuda pública, tan sólo digo que al ser depósitos con alta rentabilidad en plazos cortos puedes tener menos riesgo en el «factor tiempo».
He leído tu comentario completo, lo que pasa que creo que entrar a valorar la compra correcta y la venta en el momento adecuado no es lo que se trata aquí. Por ponerte un ejemplo, es como si en un post sobre las características del coche X se debiera hablar por ejemplo de no comprarlo de segunda mano a un taxista, o de no comprarlo cuando lleva un historial de averías enorme. Tal y como está todo explicado en el artículo me parece realmente adecuado. Desde luego también estaría bien un artículo sobre las opciones de compra, las distintas comisiones en los distintos bancos, y las formas de proceder en la compraventa de este tipo de productos de inversión.
Pero ante todo tranquilo Álvaro, que te estoy viendo un poco exaltado. Cualquiera puede dar aquí su opinión, de eso se tratan los blogs. Así los que sabemos menos podemos aprender de gente experta como Lucía.
Saludos y enhorabuena por el blog.
Alvaro
Fernando, he trabajado mucho en internet y en portales como para no reconocer a un colega/amigo de Lucía, así que no te tendré en cuenta lo de exaltado.
Si repasas bien mis posts, yo lo que estoy diciendo es que antes de escribir hay que informarse y sobre todo en un blog de este tipo no caben afirmaciones tajantes del estilo «es prácticamente imposible perder lo invertido” que aparecen en el artículo. Un poco de humildad y tachar lo escrito no hacen mal a nadie sino que engrandecen al blog. O si no, ¿para qué los comentarios? ¿solo para hacer alabanzas?.
Ah, y en cuanto alabar al blog, si te fijas verás que yo también felicité, porque creo que el tono general del blog es bueno, pero lo dicho, un poco de humildad cuando hay equivocaciones no viene mal.
Un saludo a todos.
Lucía Ferrer
Pues creo que tu intuición esta vez falla, porque no conozco de nada a Fernando, aunque comparta tu opinión.
De todas maneras, creo que ambos tenemos razón ya que el término «prácticamente imposible» deja una posibilidad abierta, ¿no crees?
Saludos.
Alvaro
Cuando dices «practicamente imposible» no dejas abierta una posibilidad, y mucho menos para el lector que no sabe de esto. Quien no sabe de finanzas lo que entiende es que si dices prácticamente imposible en un artículo que se titula «inversiones sin riesgo» es porque no se puede perder el dinero.
Dicho esto, como no soy ningún troll, aquí lo dejo… decepcionado eso sí de que no sepas admitir un error.
Saludos.
Fernando
A mi me parece que prácticamente imposible da muchas probabilidades de no perderlo, pero no es lo mismo que completamente imposible que cierra por completo dicha posibilidad. De todas formas con apreciaciones mínimas desde mi punto de vista. En lugar de prácticamente imposible, ¿habría que poner muy poco probable?, ¿poco probable? Ya son apreciaciones del grado de riesgo que existe. A mi me parece muy adecuado considerar prácticamente imposible que ocurran los sucesos descritos para perder dinero con este tipo de inversión, pero por supuesto imagino que para otros esto se considerará «poco probable» o incluso «probable» dependiendo de lo catastrofistas que sean.
Ah! y respecto a conocer a la autora del artículo, no la conozco. Que me haya gustado su post no significa que sea conocida mía. Pero bueno, esto si que no es demostrable por este medio, así que puedes pensar lo que quieras.
¡Un saludo!