La mayoría de los usuarios funcionan con varias tarjetas en su monedero, bien sea de crédito o a débito es el modo más cómodo de realizar pagos sin llevar dinero encima. Sin embargo hay que hacer un buen uso de ellas.
Evidentemente hay que leer todas las condiciones a la hora de solicitarla, como los intereses que se cobran, la cuota de mantenimiento y sobre todo el tipo de interés que se aplica si se demora un pago, algo muy habitual últimamente y que nos puede coger desprevenidos.
Si tienes una tarjeta de crédito y la utilizas habitualmente a parte de ajustarte a la modalidad de pago que elijas o la que tenga la entidad bancaria, todos los meses se genera un listado de todos los movimientos que puedes después comprobar y repasar si guardas todos los recibos, puesto que no hay que olvidar que hay mucha suplantación de tarjetas y de identidad. No sea que por no comprobarlo, se tenga un disgusto un día cualquiera. Por supuesto si hay algún movimiento que no has realizado o dudoso no hay más que consultarlo con la entidad bancaria.
Y otro gran consejo a la hora de utilizar la tarjeta de crédito es hacerlo con un uso moderado o al menos de tal forma que se pueda abonar a fin de mes las cuotas o modo estipulado. De este modo se evitarán los intereses de demora y por supuesto no se perderá la credibilidad como solvente ante la entidad bancaria.
Imagen | Andres Rueda